Correr con respeto: cómo convivir con la naturaleza en las carreras de montaña

Correr por la montaña es un privilegio. Cada zancada en la naturaleza nos conecta con algo más grande, pero también nos responsabiliza. En un momento en que el trail running crece a nivel global, proteger el entorno es tan importante como completar la carrera. ¿Cómo convivimos con la naturaleza sin dejar huella? Aquí algunas claves para correr con respeto.

Hay un momento, justo antes de la salida, en que todo se detiene. El rumor de los bastones, el murmullo de los corredores, la respiración contenida. Y de fondo, ese bosque que nos acoge: una línea de árboles centenarios, un sendero de tierra húmeda, alguna brizna de niebla suspendida sobre las piedras. En ese instante, todo cobra sentido. Porque más allá del dorsal, el crono o la clasificación, correr en montaña es una forma de diálogo con la naturaleza. Uno que, si no cuidamos, puede romperse.

El auge del trail y su impacto

El trail running vive un momento de oro. Cada año surgen nuevas pruebas, aumenta el número de participantes y se abren rutas en rincones antes inexplorados. Pero esta expansión, si no va de la mano del respeto, deja huella.

La erosión de senderos, la basura acumulada, el ruido que ahuyenta a la fauna… Son pequeñas heridas que, sumadas, pueden alterar ecosistemas enteros. Y lo que hoy es un paraíso salvaje, mañana puede ser un terreno cerrado al paso.

Normativas que protegen, no que castigan

Muchos parques naturales —como los de la zona de los Dolomitas, los Pirineos o los Alpes suizos— han implementado regulaciones específicas para carreras. Desde limitaciones de aforo hasta exigencias como trazados marcados, cero residuos y control de accesos.

En algunos casos, se prohíbe totalmente el paso competitivo por áreas especialmente sensibles durante ciertas épocas del año (como nidificación o deshielo). Lejos de ser un obstáculo, estas normativas son un recordatorio: somos huéspedes, no dueños del entorno.

El rol del corredor consciente

Cada participante puede convertirse en aliado de la montaña:

  • No dejar huella: lo que llevas contigo, lo traes de vuelta.

  • Respetar los senderos marcados: evitar atajos que erosionan o destruyen vegetación.

  • No recolectar flora ni molestar a la fauna.

  • Reducir el uso de plástico: soft flasks, vasos plegables, envoltorios reutilizables.

También empieza a ser común ver corredores con mochilas que incluyen un pequeño compartimento para recoger basura ajena durante los entrenos o carreras. Son los llamados ploggers de montaña.

Organizaciones que hacen bien las cosas

Algunas carreras marcan un estándar elevado de sostenibilidad:

  • Eiger Ultra Trail trabaja en colaboración con autoridades suizas para garantizar trazados de bajo impacto.

  • Transvulcania y Zegama-Aizkorri aplican estrictos controles de residuos y cuentan con voluntarios ambientales.

  • UTMB impulsa campañas de sostenibilidad, reciclaje y acuerdos con proveedores eco-responsables.

  • Klassmark, organizadores con experiencia y mucha conciencia ambiental

Son solo algunos ejemplos de organizaciones que entienden que el éxito de una carrera no solo se mide por su nivel deportivo, sino por su capacidad de integrarse sin alterar el entorno.

Nuestra huella debe ser ligera

Correr por la montaña es un privilegio. Cada zancada es una oportunidad para conectar con algo más grande, más antiguo y más sabio que nosotros. No se trata de conquistar un pico, sino de merecer el derecho a estar allí.

La naturaleza nos presta sus caminos. De nosotros depende que siga haciéndolo.

Nicola Picasso

Sobre el autor

Nicola Picasso

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Ultra trail runner por necesidad. Corriendo me encuentro, me centro, me siento vivo. Siempre en busca del movimiento.