Chianti Ultra Trail by UTMB© desde dentro

Una visión de la 73km de Chianti By UTMB por Christian Bellesini (@chrisbellesini), nuestro enviado especial. “Excelente organización, la que garantiza el sello UTMB, pero echo en falta la “Toscana” durante la carrera, o al menos la Toscana que imagino y he visto, por ejemplo, en la Tuscany Crossing: paisajes abiertos de colinas, campos, viñedos y cipreses. Infinitos caminos blancos, pueblos preciosos y ese contraste entre el cielo azul y los cultivos verdes.”

Radda in Chianti, 22 de marzo de 2025

El despertador suena relativamente temprano, a las 04:30, pero ya llevamos unos treinta minutos levantados, sentados a la mesa de la cocina del apartamento desayunando. Conseguí este alojamiento en el último momento, cuando estábamos en Florencia con mi pareja no más de 48 horas antes. El plan inicial era pasar los dos primeros días, miércoles y jueves, en una furgoneta acampando a medio camino entre Siena y Florencia, para luego trasladarnos a un aparcamiento en Radda in Chianti. Pero al final ganó la opción más cómoda de un apartamento.

La mochila ya está preparada en el sofá, mientras sigo indeciso sobre qué ropa ponerme. Por desgracia, el tiempo no acompaña y ya he visto por la ventana que está lloviendo. En teoría, parará antes de la salida, prevista para las 07:00.

Última revisión del material: espero haber acertado con la camiseta térmica y la segunda capa; no quiero pasar frío, pero tampoco acalorarme. También preparo la bolsa para la base de vida: una camiseta térmica de repuesto, una camiseta ligera, además de geles y carbohidratos Maurten para disolver en los botellines.

Por primera vez quiero intentar consumir solo esto, sin dejarme tentar por la variedad de alimentos de los avituallamientos.

Vale y yo subimos a la furgoneta y afrontamos la carretera tortuosa que nos lleva a la salida. Ya la conocemos porque la recorrimos anoche tras recoger el dorsal, visitar brevemente el “Village” y saludar a los muchos amigos que han venido a Toscana para correr la Chianti Ultra Trail by UTMB©.

Este es el segundo año que la carrera de Radda forma parte del circuito UTMB©, así que muchas cosas han cambiado: se ha añadido una distancia para poder obtener las 4 “Running-Stones” de la carrera de 100 millas y, como era de esperar, se nota el toque de Chamonix en toda la organización: cobertura mediática, atletas top en la salida, sistema de reserva para la recogida de dorsales, village, lanzaderas y, por desgracia, el coste de la inscripción.

¿Bien? ¿Mal? Como se suele decir, “el tiempo lo dirá”. Está claro que todo el circuito, que ya cuenta con más de 50 carreras, y el sistema para poder clasificarse a las finales de Chamonix ha generado opiniones divididas y seguirá dando que hablar durante años.

Tras muchas curvas llegamos finalmente a Radda in Chianti. Aparcamos la furgoneta y nos dirigimos rápido a la salida. Quizá sea la primera vez que llego a solo 15 minutos del inicio. Pero bueno, está bien.

Ya no llueve, y la gente empieza a agolparse en el centro del pequeño pueblo toscano. Las típicas canciones “motivadoras”, el speaker que intenta también motivar a los corredores con frases grandilocuentes llenas de palabras como “héroes” y “guerreros” con kilt y torso desnudo… puede gustar o no, a mí personalmente no me gusta. No vamos a la guerra, no somos héroes; somos personas haciendo lo que nos gusta, en plena naturaleza, un sábado por la mañana en Toscana. Así que nada de batallas, ni gladiadores ni arenas. Sigo sin entender este espectáculo y prefiero con mucho la seriedad y profesionalidad de nuestro Silvano Gadin, el speaker histórico de la DoppiaW ULTRA.

Último saludo y beso a Vale.

Diez… nueve… ocho… Enciendo la GoPro y la marea humana empieza a moverse bajo el arco de salida y meta.

Recorro unos cientos de metros por el pueblo y vuelvo a ver a Vale saludándome entre el público (¡ha corrido más que yo!) y empieza el descenso desde la colina donde se encuentra Radda.

Enseguida noto que el terreno está empapado y empiezan los primeros rodeos para evitar los enormes charcos, sin saber aún que durante los próximos 75 km nuestras zapatillas de trail apenas pisarán terreno seco. Los primeros 12 km de la carrera son prácticamente en bajada salvo por dos pequeñas subidas, y en poco tiempo llego al primer avituallamiento, en Arillo Terrabianca. Lleno un botellín y continúo. Sí, aquí se corre mucho; son 75 km pero el desnivel es de solo 3.000 metros, muy ondulado, sin grandes subidas. No es precisamente mi tipo de carrera, acostumbrado a los senderos de Valtellina.

Empieza también el barro, muchísimo barro, que me acompañará hasta la meta. Empiezo a tomar los geles, uno cada 90 minutos, y como dije, será mi única fuente de alimento junto a los carbohidratos del Drink Mix 320 de Maurten.

Tras otros 12 km llego al segundo avituallamiento, en San Polo, en el km 23,8. Más barro y un sendero que discurre sobre todo por el bosque, con escasos paisajes toscanos. Empiezo a darme cuenta de que no es la carrera que imaginaba en cuanto a vistas (por desgracia). Lleno los dos botellines, tomo un té caliente y sigo.

Esta sección es algo más larga: 15,5 km hasta el avituallamiento de Vistarenni, en el km 39,4. Por fin algunos pasos pintorescos y subidas entre los viñedos del Chianti. Pero sigue habiendo muchísimo barro. Mis Altra Olympus 6, que eran rojas, ahora son de todos los tonos marrones y ni el Vibram ayuda en estas condiciones. La prioridad: no caerse. Algunos tramos, sobre todo en bajada, son muy resbaladizos y requieren mucha atención, y hay incluso algunos pequeños riachuelos que cruzar.

Sigo hasta la base de vida en el km 50,8, ubicada en el Castello di Albola. Lo peor ya ha pasado, pero ahora empieza el tramo más exigente de la carrera. Encuentro mi bolsa de cambio, me quito lo mojado y me pongo camiseta térmica y camiseta seca. El impermeable siempre va conmigo; me lo he puesto y quitado muchas veces ya. No tengo un plan exacto de tiempos, pero le dije a todos que tardaría unas 12 horas, y hasta aquí, en el km 50, estoy cumpliendo: han pasado unas 7 horas y media.

Otro vaso de té caliente y salgo para los siguientes 10 km hasta el próximo avituallamiento.

A ratos escucho algún podcast y leo los cientos de mensajes que me envía Vale para animarme y hacerme sentir su cercanía. Qué amor.

En el km 60,8 llego al último avituallamiento, en San Michele. Lleno los botellines por última vez y, por supuesto, tomo el último té caliente. Solo me quedan 15 km hasta Radda, en su mayoría de bajada salvo por dos repechos y la llegada en subida.

En los últimos km hablo más seguido con Vale para coordinar mi llegada. La veo a poco más de 300 metros de la meta y, como en Chamonix, los hacemos juntos. Estoy felicísimo.

Como esperaba, no ha hecho falta usar los dos frontales que llevábamos. Son las 18:30 cuando cruzo la meta, tras unas 11 horas y media de carrera. Cojo la medalla, me fundo en un largo abrazo con Vale y me dirijo a la ducha: es hora de quitarse el barro del Chianti. A las 20:00 ya estamos sentados en la mesa del restaurante junto al equipo de Altra, que me esperó para cenar todos juntos. De verdad, una gran familia.

¿Y entonces? ¿Cómo ha sido esta Chianti Ultra Trail by UTMB©?

Buena pregunta… La respuesta es: no como me la esperaba. Sobre todo en lo que respecta al paisaje, porque en cuanto a organización ha estado muy bien: excelente marcaje, avituallamientos muy completos, buena señalización para duchas, recogida de dorsales, etc. Una logística impecable y bien coordinada.

Pero personalmente, echo en falta la “Toscana” durante la carrera, o al menos la Toscana que imagino y he visto, por ejemplo, en la Tuscany Crossing: paisajes abiertos de colinas, campos, viñedos y cipreses. Infinitos caminos blancos, pueblos preciosos y ese contraste entre el cielo azul y los cultivos verdes.

Aquí, gran parte del recorrido transcurre por bosque, que bien podría ser uno de Varese o Vicenza. Eché de menos ese efecto “wow”, esas vistas infinitas y la magia visual de este territorio. Pocos km de diferencia, pero mucha diferencia con Val d’Orcia. Luego está el barro, pero eso ya es parte del juego, del tipo de terreno y del tiempo.

Otro factor en contra puede ser la ubicación. Radda es un municipio muy pequeño, con poco más de 1.400 habitantes, y pocas opciones para dormir o comer (incluso para tomar un café). Esto provoca una saturación enorme durante los días de carrera, con el pequeño pueblo invadido por 5.000 corredores y probablemente otros tantos acompañantes. Muchos coches, aparcamientos caóticos, aunque razonablemente bien gestionados por la organización. Pero sigue siendo mucha gente en un espacio pequeño.

Por lo demás, estoy contento con mi carrera. Creo que la gestioné muy bien, controlando, sin crisis y con poco sufrimiento. Como suelo decir, lento pero feliz. También la alimentación funcionó de maravilla: ningún problema estomacal ni bajón de energía. Y acerté totalmente con la ropa.

Así que feliz con lo que hice, pero quizás no con la elección (como carrera, quiero decir). No es una crítica, ojo, cada uno hace lo mejor que puede con el territorio que tiene. Esto es algo muy subjetivo y personal. A muchos otros corredores les encantó y me alegro por ellos, porque sé lo que implica organizar una carrera, y más aún un evento de este nivel.

Me llevo una gran experiencia. Los 50 años aún no son un límite, sino una oportunidad para aplicar experiencia y conciencia. Como siempre, no me importa la clasificación ni el tiempo, me importan las horas ahí fuera (como dice el lema de Altra: Stay Out There). Y sobre todo, me llevo cinco días estupendos con mi Vale, y eso es lo más importante.


Valoraciones de Chris:

  • Organización del evento (señalización, avituallamientos, village, logística, etc): 4

  • Recorrido (paisajes, senderos, tramos, etc): 2

  • Ubicación (Radda in Chianti): 3

  • Precio de inscripción (en relación al evento): 4

  • Bolsa del corredor (siendo un evento UTMB©): 2

Medalla de finisher: 2 (se podría mejorar, como en la LUT también del circuito UTMB©)


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Christian Bellesini

Sobre el autor

Christian Bellesini

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Organizzatore della leggendaria Doppia W Ultra. Trail&Ultra Trail Runner. Non voglio un'altra vita, voglio un'altra vita. 🏃🏻 Altra Run Crew 🌱 Instagram vegano chrisbellesini